Hoy 17 de enero, se celebra la festividad de San Antonio Abad o San Antón, patrón protector de los animales.
San Antón fue un monje cristiano fundador del movimiento eremítico que vivió entre el siglo III y IV en Egipto. A los 20 años de edad vende todas sus posesiones, el dinero lo reparte entre los pobres y decide vivir una vida ascética alejado del mundo, donde otros anacoretas se le van uniendo organizando comunidades que darán lugar a la vida monacal. Se cuenta que en una ocasión se le acercó una jabalina con sus jabatos que sufrían de ceguera, y San Antón los curó, quedando la jabalina a su lado para protegerle de otros animales. San Antonio Abad es pues representado junto a un cerdo, y según la tradición los campesinos le rogaban para que protegieran a sus ganados de enfermedades y otros animales depredadores.
En la Iglesia de San Andrés de Talavera se conserva una talla de madera del sigo XVI del santo. Se trata de una escultura de 1 metro de altura en el que San Antón de avanzada edad y barba –se cree que vivió unos 105 años-, sostiene el libro abierto en la mazo izquierda, símbolo de la vida monacal, y en la mano derecha un báculo rematado en cruz símbolo de la autoridad abacial. Junto a sus pies un pequeño cerdo negro lo acompaña.
La estatua de San Antón parece ser originaria del Hospital de San Antón aledaño a la Iglesia de San Andrés, el cual fue derribado en 1867. Este hospital recogía a los enfermos del llamado “fuego sagrado” o “Fuego de San Antón” que era causado por el comezuelo (un hongo) del centeno, muy consumido por los vecinos de la villa, cuya enfermedad se creía curar aplicando grasa de cerdo sobre la piel de los pacientes. Esta razón también hace pensar a San Antón como patrono de los cerdos y por extensión a todos los animales domésticos.
En cualquier caso, hoy es un día perfecto para disfrutar de nuestro patrimonio artístico y de paso encomendar a nuestras mascotas a San Antonio, acercándonos a la Iglesia de San Andrés con nuestros perros, gatos, pájaros, etc., para que reciban la bendición por parte del santo.