Hace mucho que no hacemos nuevas entradas, y hoy lo vamos a hacer a lo grande. Vamos a hablar de Talabayra, es decir, la Talavera musulmana «la ciudad más al norte de Al-Andalus en la frontera politeista (como eran nombrados los cristianos)» y que da nombre a este proyecto dinamizador de nuestra ciudad.Murallas Talavera

Talavera fue reconquistada por Alfonso VI entre finales de 1083 y 1085, hablamos de estas dos fechas, porque hay autores que colocan la entrada de las tropas cristianas en noviembre de 1083 y otros aseguran que fue tras la caída de Toledo en 1085. Año arriba, año abajo, lo que es verdad es que el periodo de estancia en nuestra ciudad, por parte de los árabes es muy amplio, pues no olvidemos que si inician la conquista de la Península en el 711, en menos de dos años ya habían conseguido llegar hasta Toledo.

De esta manera, las crónicas históricas sitúan el encuentro entre el general Muza y su lugarteniente Tarik (principales artífices del asentamiento de los musulmanes en nuestro territorio) justo en las riberas del Tajo y más concretamente en la zona que ocupa actualmente nuestra ciudad. Así describía Washington Irving, en sus Crónicas moriscas el hecho: «tan pronto como Tarik supo que Muza se aproximaba a la ciudad, salió para encontrarlo en Talavera, acompañado de sus más distinguidos compañeros de armas, llevando consigo una recua de caballos y mulas cargados con un gran botín, mediante el cual pensaba conciliar el favor de su jefe..» que nada más verlo le espetó «¿porqué has desobedecido mis órdenes?». Según consta en la página web de  Miguel Méndez -Cabeza «La Mejor Tierra de Castilla» , Tarik llevó un imenso tesoro de oro, plata y piedras preciosas, y entre dichos tesoros se encontraba la mítica mesa del rey Solomón, que el general musulmán arrebató a los reyes godos de Toledo. A pesar de lo cual, cuentan algunos crónicas, que Muza golpeó a Tarik y lo destituyó, aunque luego hubo de restituirle en el cargo por orden de Damasco.

Durante esta época, Talabayra o TalabMurallas Talaveraira,  siguió siendo un centro comercial, agrícola y ganadero de gran importancia, y en el año 936 Abderramán III manda construir la Alcazaba para que residieran en él los gobernantes militares de la ciudad. Esta importante residencia se situó en lo que actualmente conocemos como Huerto de San Agustín, en el extremo suroriental de las murrallas, dentro del primer recinto y pegada al río (todos conocemos la importancia del agua en las construcciones árabes) y cuyos restos pueden ser visitados durante las visitas guiadas que ha organizado el Ayuntamiento desde el pasado mes de septiembre y de los que ya informamos. Se cuenta que en sus estancias pernoctó y descansó el general Almanzor a su regreso de la campaña realizada en tierras gallegas.

En la esquina de la Ronda del Cañillo se encontraba un sillar con una inscripción árabe, en el que decía, según la sabiduría popular «Cuando el Tajo llegue aquí , Talavera , ¡Ay de ti !»; pero según estudios posteriores lo que era realmente es una placa conmemorativa de la construcción del edificio en el que se lee:

En nombre de Dios, clemente y misericordioso,

ordenó construir esta torre Abdallah al Hakán

al-Muntasir bi -Llah, Emir de los creyentes

-al que Dios dé larga vida- por obra de su señor y

dirigente Manshud ben Naser. Se terminó

con la ayuda y apoyo de Dios, el mes de Ramadán

del año 356.

La alcazaba ocupaba una superficie de 86×64 metros y posteriormente fue utilizada como sede arzobispal y como palacio cristiano. El testimonio gráfico del alcázar más valioso con el que contamos es el dibujo del siglo XVI de Van der Wingaerde.

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